Cuando hablamos de sistemas de impresión planográfica nos referimos a aquellos que su forma impresora tiene la zona a imprimir al mismo nivel que la zona no impresa. Por norma general, puede ser cilíndrica o plana, y el sistema de impresión por excelencia de esta forma es el offset, sustituyendo a la litografía.
Como hemos mencionado, el offset es un sistema de impresión planográfico e indirecto porque la tinta no pasa de forma directa de la impresora al soporte. Es decir, lo hace a través de un sistema de cilindros.
Normalmente, este sistema se basa en el principio del entintado que ya incorporaba la litografía. Es decir, mediante la repulsión del agua y la grasa, ya que las tintas de offset son grasas. Así, las zonas de imagen oleófilas y las zonas en las que no se deben imprimir, rechazan la grasa. Aunque es una técnica complicada, se consigue un equilibro entre el agua y la tinta.
Este sistema cuenta con múltiples ventajas para imprimir sobre soportes paralelos:
Como todos los sistemas de impresión, podemos encontrar una serie de desventajas en esta técnica en concreto:
El sistema de offset seco, también conocido como offset sin agua, emplea una capa de silicona en vez de agua. Así, se diferencian las áreas impresoras de las no impresoras de la plancha, obteniendo así un tipo de plancha offset especial.
Hablamos de planchas especiales porque están recubiertas con una capa de silicona, porque en las áreas no expuestas se mantiene la silicona que repele la tinta y porque al exponer y revelar esta plancha, la silicona desprende se desprende de las áreas expuestas dejando así al descubierto las zonas imagen.
El offset seco presenta diversas ventajas respecto a otros sistemas planográficos:
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Aunque el uso de la silicona presenta algunos inconvenientes respecto al offset tradicional:
Para poder escoger entre el offset tradicional (húmedo) y el offset seco se deben examinar de manera detalla las ventajas y los inconvenientes para cada aplicación.
El sistema offset se emplea para múltiples productos gráficos como periódicos, libros, fotografías, etc. Para poder reconocer que una impresión se ha hecho en offset se tienen que tener en cuenta varios aspectos. Por un lado, que los textos y los trazos finos están perfectamente definidos, que no hay deformaciones en los contornos y que las tramas también son perfectas, ya sean convencionales o estocásticas.
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