Con la llegada de la era informática, las opciones de impresión son casi ilimitadas. Mientras que opciones como el bordado, los parches y las transferencias siguen siendo muy utilizadas, los ordenadores han proporcionado una nueva forma de impresión: la digital.
La impresión digital traza una imagen sobre una superficie elegida -una camiseta, una taza, un sombrero, una bolsa, etc. – y, mediante minúsculas gotas de tinta, transfiere esa imagen sobre ella. Su sencillez y el uso mínimo de equipos hacen de la impresión digital una de las formas de impresión más rentables que existen. También es ideal para pequeños lotes de productos, lo que la convierte en una de las mejores opciones de servicios de impresión bajo demanda.
La impresión digital puede utilizarse de varias maneras, como son:
La impresión digital ya no requiere el uso de planchas de impresión o pegatinas de transferencia. Mediante la conexión de máquinas de impresión especialmente diseñadas, los ordenadores pueden imprimir las imágenes directamente en el material elegido. No hay etapas entre la imagen digital acabada y el proceso de impresión, por lo que es mucho más rápido y sencillo que los métodos de impresión tradicionales.
Los tres pasos para preparar una imagen para la impresión digital son:
Al transferir la imagen al soporte elegido, las tintas forman una fina capa en su superficie. Esto permite además añadir adherentes mediante técnicas de curado o calentamiento para ayudar a que la imagen sea más permanente. Este proceso también conserva mucha más energía que la impresión estándar, ya que evita muchos de los procesos que se utilizan habitualmente en la impresión normal. En consecuencia, la impresión digital es mucho más ecológica que otras opciones.
A diferencia de las máquinas de impresión tradicionales, las máquinas basadas en la tecnología digital no necesitan planchas de impresión. Éstas son las partes de la máquina que mantienen la imagen impresa, y deben cambiarse y mantenerse con frecuencia. Con una máquina de impresión digital, la imagen se imprime directamente en el producto o material elegido.
Dependiendo de la imagen que se utilice, la impresión digital ofrece una transferencia casi perfecta de la calidad de la imagen. Todo lo que entra vuelve a salir con muy poca pérdida de calidad. También es un modo de impresión rápido y eficaz. Las impresoras digitales permiten opciones de impresión digital de hojas y de hojas sueltas, lo que hace posible una producción de alta velocidad y de gran volumen.
Como la impresión digital ya no está limitada por los métodos de transferencia de una máquina de impresión tradicional, puede utilizarse para diversos tipos de medios y materiales. Algunas de las opciones más comunes son:
La versatilidad de la impresión digital la ha convertido en la fuente de referencia para los artículos distribuibles producidos en masa. Cualquier industria que requiera grandes cantidades de impresión recurre a la impresión digital. Las tarjetas de visita, las tarjetas de felicitación, los menús, los folletos, los boletines informativos y los panfletos pueden producirse fácil y rápidamente en cientos y miles de ejemplares por sólo una fracción del coste de la impresión tradicional.
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