Tintas de impresión: más allá de las tintas de papel

Por norma general, cuando hablamos de tintas y sus aplicaciones, nos imaginamos a su uso en papel o formatos de este tipo. Pero lo cierto es que podemos encontrar diversas tintas que contienen materiales que poseen propiedades avanzadas y que, junto a la impresión con tecnologías digitales, permitirán que el producto cuente con unas características especiales.

Tintas especiales: ¿qué modelos podemos encontrar?

Hoy en día podemos encontrar diversas tintas inteligentes plasmadas en productos de todo tipo. La importancia del packaging ha hecho que este tipo de tintas se empleen para fines estéticos, como llamar la atención de los consumidores o producir marketing sensorial.

Este tipo de tintas especiales, una vez impresas, pueden reaccionar cambiando las propiedades de una de sus condiciones. Es decir, pueden cambiar con la temperatura o la presión, entre otros. Podemos encontrar tintas fotoactivas, termocromáticas, eléctricas e incluso biosensibles.

Tintas fotoactivas

Hablamos de tintas fotoactivas a aquellas que reaccionan a la luz. En esta categoría, podemos encontrar diversos tipos:

• Fotocrómicas: cambian de color cuando varían las condiciones de iluminación.
• Fluorescentes: emiten luz visible cuando están expuestas a la luz.
• Fosforescentes: producen tanto luz visible como invisible durante el tiempo en que están expuestas a la luz como durante un tiempo después de esta exposición.

Tintas termocromáticas, conductivas y eléctricas

Estas tintas se basan en pigmentos compuestos que reacciones a algunos estímulos como la temperatura. Así, dan como resultado un cambio en el color o producen otros efectos. Además, dentro de estas tintas podemos destacar las siguientes:

• Electrocrómicas: cambian de color con impulsos eléctricos.
• Conductoras: conducen la electricidad con la aplicación de un potencial eléctrico. Suelen estar compuestas de plata y nanopartículas.
• Magnéticas: almacenan información codificada.
• Electroluminiscentes: producen luz cuando se les aplica una diferencia de potencial.
• Acústicas: algunas tintas tienen la capacidad de poder emitir señales acústicas cuando el elemento llega a una frecuencia determinada.
• Termocrómicas: cambian de color ante variaciones de temperatura.

Hoy en día también podemos encontrar tintas biosensibles

A este tipo de tintas también se las conoce como biológicamente activas. Están creadas para detectar la presencia de microorganismos causantes de ciertas reacciones químicas. Así, pueden activarse y cambiar de color o estado para poder avisarnos de que la reacción se está produciendo o incluso retrasarla.

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Por norma general, se suelen emplean en los envases alimenticios. Podemos encontrar códigos de barras que dejan de ser legibles porque la tinta se degrada con el paso del tiempo, por lo que nos indica que el alimento estaría caducado.

Además, estas tintas pueden medir el aumento de ciertos organismos patógenos, la frescura de los alimentos, la caducidad del interior del envase e incluso el tiempo de exposición o la temperatura.

Las tintas inteligentes permiten enviar y comunicar información mediante un sistema electrónico

Estas tintas cuentan con una importancia especial ya que permiten ofrecer un calor adicional al producto. Dentro de ellas, podemos destacar tres:

• Tintas inalámbricas: permiten iluminar un producto.
• E-print: la serigrafía digital puede emplearse para diversas aplicaciones, como la electrónica orgánica imprimible.
• Etiquetas inteligentes RFID: estas aplicaciones son similares a los códigos de barras actuales, pero a diferencia de estos, funcionan por radiofrecuencia. Así, se puede leer la información en la etiqueta. Por otro lado, permite transmitir datos con los servidores.

Todos los tipos de tintas que hemos mencionado, sirven para un producto pueda diferenciarse de la competencia. Además, algunas de ellas están muy relacionadas con el diseño sostenible ya que hoy en día ya se emplean tintas basadas en aceites vegetales o agua.